Durante esta espera,
los sueños se crean,
los besos fluyen
y los niños nacen y crecen.
La felicidad reina mediante la abundancia.
Por siempre.
Pero ahora que ella entró por la puerta,
la espera ha terminado,
y es hora de salir,
de vivir y trabajar por esos sueños.
Saldréis juntos al baile eterno.
Pasaréis la noche amándoos,
pero al amanecer tú te irás.
Mas no desesperes,
pues el ciclo volverá a comenzar.
Y para ello,
has de volver a esperar.
07/11/2015
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